Maite Blasco y la razón en los ensueños.

El ser tiene diversas etapas cuando su alma reposa. Sin embargo, hay que distinguir el sueño como el acto de dormir, el ensueño con el de soñar múltiples situaciones y la vigilia. Maite Blasco juega con los dos últimos estados del ser. A veces se ensueña poco, otras se ensueña mucho y luego uno simplemente se levanta como si nada hubiera ocurrido y deja una pieza artística en la memoria.

La pintora logra integrar el proceso intelectual del ensueño con el despertar...al abrir los ojos recordamos, ante un complejo escenario, las imágenes más significativas del ensueño. Para la artista pueden tratarse de historias y anécdotas familiares remotas que contienen una narrativa tranquila, pero profunda. En el ensueño se mezclan evocaciones pasadas, más no futuras, no obstante, avanzan hacia él. Por eso Maite destaca diferentes reminiscencias, unas más claras que otras.

El ritmo es natural en sus obras dando suficiente protagonismo al fondo. Lo que vemos en una composición de Maite es la transición del ensueño a la vigilia, lo que la mirada interna le muestra a la razón. La mente va estructurando esos datos a manera de apariciones flotantes y plácidas. Así lo siente, lo vive y lo pinta la creadora.

Los tonos complementarios contrastan con las antiguas tipografías. Los colores van interrumpiendo su saturación en el lienzo para respetar las intermitentes apariciones oníricas. Maite plasma la subjetividad y la belleza de lo soñado por medio de sencillas visualizaciones. Sí, hay una estética y una armonía en los ensueños.

Por otro lado, la colectividad es uno de los temas que aborda Maite. Suele representarla como un conjunto de entes con semejanzas y diferencias unidos en un mismo espacio y tiempo por una causa común. Por ejemplo, animales estáticos en sintonía hacia un sentido o complementando sus direcciones. Algunos de sus elementos esenciales son las fechas, de igual forma que el collage, las bicicletas, los engranes, las flechas y los transportes antiguos que simbolizan el avanzar del ser a través de los ensueños. Asimismo, utiliza las cartas sin remitente ni destinatario que dotan de un lenguaje propio a sus creaciones. Es posible descifrar la palabra artística entre las pinceladas y los signos.

Maite Blasco lleva cerca de veinte años ininterrumpidos pintando. Su versatilidad le ha permitido hacer series religiosas y figurativas. Las vivencias de su infancia y presente permean las telas con memorias de sus abuelos extranjeros de tierras lejanas, sus padres nacidos en México, su pasión por el dibujo y el maquillaje, así como el buen gusto reflejado en la estética de su atuendo, hogar y entorno.”

- Published by Adriana Cantoral, July 20th, 2015